La aparición de las arrugas faciales, provoca que muchas personas recurran al botox para acabar con ellas. Es un tratamiento muy efectivo, ya que, proporciona un aspecto más juvenil y saludable en los pacientes, además de ser prácticamente indolora.

Sin embargo, últimamente se habla del famoso “baby bótox ”, surgiendo muchas dudas y preguntas sobre si son los mismos tratamientos, las diferencias que hay entre ellos, cómo se debe aplicar cada uno…

Por ello, hoy vamos a aclarar todas las dudas, y vamos a explicar la diferencia entre el bótox y el baby bótox.

¿Qué diferencia hay entre ambos tratamientos?

La técnica que se usa para inyectarlos y el tipo de producto que se aplica, es el mismo. La única diferencia que hay entre ambos, es la cantidad que se utiliza, siendo en baby bótox una dosis menor.

Asimismo, ambos tratamientos se pueden aplicar en las mismas zonas del rostro.

Pero, ¿ambos tratamientos son igual de efectivos? Por lo general, puede parecer que el termino “baby” haga referencia a que este sea menos efectivo, pero, no es así.

¿Cada cuánto debo realizar estos tratamientos?

El tratamiento baby bótox, en líneas generales, deberá aplicarse cada 4-6 meses, en función de las características del paciente. Si se lleva a cabo un tratamiento continuado, la frecuencia de aplicación cada vez será menor.

Asimismo, el bótox dura entorno a 4-8 meses, dependiendo del paciente. Al igual que el baby bótox, su uso continuado provocará que su aplicación se reduzca con el tiempo.

Sin embargo, no hay que ser impacientes. No deberás aplicar estos tratamientos antes de que se haya perdido su efecto, ya que, está demostrado que su aplicación antes de tiempo, provocará la posibilidad de que el organismo desarrolle anticuerpos que anulen el efecto del tratamiento.

Por ello, siempre hay que seguir las pautas marcadas por el especialista.

¿Cuál es mejor para mi rostro?

A pesar de que ambos tratan las arrugas del rostro, el baby bótox está indicado para gente más joven, que está interesada en prevenir las arrugas o las primeras marcas en su rostro.

A pesar de ello, si estás pensando en realizar alguno de estos dos tratamientos, te recomendamos que te pongas en manos de un especialista y sea este quien te valore.

Otro aspecto más a tener en cuenta es, no confundir el efecto del bótox o baby bótox con el del ácido hialurónico.

Mientras que el bótox se inyecta para evitar o disminuir las arrugas faciales, el ácido hialurónico rellena las arrugas. No hay inconveniente en aplicar ambos tratamientos, pueden complementarse, pero, hay que saber cuál es el indicado para cubrir las necesidades estéticas.

En la clínica de la dra. Marta Suárez, te ofrecemos un tratamiento personalizado de la mano de expertos y profesionales, para aconsejarte en todo momento qué tratamiento es más adecuado según tus características y necesidades. ¡Te esperamos!

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