Un trabajo publicado por la revista Nature relaciona los edulcorantes artificiales con diabetes y obesidad basándose en cambios a nivel de la flora intestinal tras experimentar con ratones y hacer un miniensayo clínico con 5 hombres y 2 mujeres.
La dosis que administraron a los ratones fue la máxima permitida por las autoridades sanitarias estadounidenses (FDA), 5 mg/kg de sacarina, la cual supone 350 mg en una persona de unos 70 kg. Esta es una dosis exagerada que nadie consume.
Tampoco es un resultado que podamos trasladar a humanos ya que existen muchas diferencias a nivel de flora intestinal y respuesta inmune de los ratones y los humanos.
Por tanto, considero prematuro y desmedido extrapolar estos resultados a humanos, ya que existen muchos estudios con cientos de miles de personas y desde hace más de 40 años, que avalan que el consumo de edulcorantes es seguro.
Este estudio genera hipótesis para futuras investigaciones pero sin ningún dato concluyente para humanos.
Si usted desea adelgazar o no debe tomar azúcar porque es usted diabético, los edulcorantes ayudan a reducir unas 100 kcal/día y podrían ser una «pequeña» ayuda.
La obesidad es un estado de inflamación crónica que se produce cuando se excede la demanda energética de glucosa. Si se toma más azúcar de forma habitual, la inflamación se cronifica de forma que una restricción calórica (principalmente de hidratos de carbono) tiene una repercusión inmediata a nivel de la inflamación celular y por tanto, hay una disminución de peso. La práctica de ejercicio también disminuye dicha inflamación ya que utiliza el sobrante calórico para realizar contracciones musculares.
Conclusión: tras los resultados obtenidos por los investigadores israelitas en ratones, rotundamente estoy de acuerdo en que los ratones no deben tomar sacarina.

Abrir chat
¿Necesitas ayuda?
Hola ¿En qué podemos ayudarte?