Dieta del Vino y el Jamón: buena para tu paladar y el corazón.
Se trata de una dieta hipocalórica que lleváis mucho tiempo solicitándome, rica en verduras, frutas y proteínas saludables acompañadas de un par de copas de vino tinto.
Voy a comenzar describiendo las bondades del jamón serrano y el vino tinto.
Propiedades del vino tinto:
Ya Hipócrates decía «El vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, en tanto en la salud como en la enfermedad, se administra con tino y justa medida».
Es un protector cardiovascular al reducir el colesterol LDL (malo) y mejorar la función de las lipoproteínas HDL (bueno). También reduce la arterioesclerosis ya que potencia al óxido nítrico que es básico para regular nuestro tono vascular.
Reduce el riesgo de muerte de muchas enfermedades gracias a la potencia antioxidante de los taninos y del resveratrol.
También tiene beneficios antitrombóticos y anticoagulantes debido a su capacidad para disminuir los niveles de fibrinógeno que es el principal responsable de la formación de coágulos.
Favorece el sueño y el reposo al producir una disminución de la tensión arterial y de la actividad del SNC, provocando somnolencia y relajación.
Es un gran neuroprotector por lo que disminuye el riesgo de enfermedades neurodegenerativas cognitivas tipo Alzheimer o demencia senil.
Propiedades del jamón serrano:
Ya el Dr. Gregorio Marañón decía: «Su eficacia nutritiva y la levedad con que se digiere lo convierten, casi, en una bienhechora medicina”.
Disminuye significativamente el nivel de colesterol LDL y triglicéridos.
Tiene una composición grasa inferior a la encontrada en muchas carnes magras como el pollo.
Es una fuente nutritiva excelente debido a su gran composición de proteínas de alto valor biológico, a los altos niveles de vitaminas del grupo B y hierro.
Esto lo hace un alimento perfecto para mantener la masa muscular sin carencias en aminoácidos esenciales.
Si quieres conocer más sobre esta dieta, la Dra. Marta Suárez te la explica en su consulta.
