Qué es el bruxismo
Un paciente puede identificar de forma individual que sufre de problemas de bruxismo si se levanta de la cama por las mañanas con dolor en la mandíbula y en la zona del oído, incluso con cefalea tensional.
El dolor temporomandibular (ATM) es una dolencia muy común que tiene lugar, casi por igual, en mujeres y hombres de todo el mundo.
El bruxismo es una problemática que, además, de ocasionarnos dolores en la mandíbula, oído y cefaléas, a la larga puede provocar que aumentemos los músculos maseteros ya que el bruxismo modifica la fisionomía facial. Del mismo modo, puede provocar que prematuramente desarrollemos arrugas en el cuello.
Además, el bruxismo genera hipersensibilidad dental a quienes lo padecen, generando un dolor constante en los dientes, encías y músculos faciales. De hecho, el bruxismo ocasiona grandes problemas en las piezas dentales y en los huesos de la cara, provocando fracturas, cansancio, dolores de cervicales, problemas para morder y masticar e incluso la aparición de migrañas.
¿Cómo tratar el bruxismo con toxina botulínica?
Una solución muy efectiva y, cada vez más utilizada por los especialistas en medicina estética, es inyectar botoxdirectamente en el músculo masetero con el fin de aliviar la presión y relajar el músculo que está ocasionando estas dolencias. De este modo, la articulación temporomandibular queda libre de tensiones.
Al relajar el masetero, la articulación temporomandibular queda libre de tensiones y se consigue relajar la musculatura.
El resultado del tratamiento se observa a los días de aplicar el botox, al igual que cuando lo aplicamos para eliminar las arrugas y signos de expresión del rostro. Es decir, comenzamos a ver los resultados de la toxina botulínica a los 7-10 días, por ello, a las dos semanas, es necesario una revisión con especialista médico estética.